La economía del 1%
“Hay 31 familias
peruanas que concentran US$ 12,296 millones”, dice un titular de la web El
Economista Perú el 14 de junio del presente año. Este dato evidencia uno de los
principales efectos negativos que tiene la globalización, el incremento de la
brecha de desigualdad entre ricos y pobres.
Los tiempos
actuales están envueltos en el proceso de globalización, el cual se
caracteriza por su apego e influencia al
desarrollo tecnológico. En ese sentido, todos estamos envueltos dentro de esta
era donde las distancias y diferencia horario se han eliminado.
Por un lado,
suena que este proceso de globalización contemporánea es sumamente beneficioso,
solo un loco podría decir que los beneficios que nos otorga el rápido acceso a
Internet no es un salto favorable para la humanidad; no obstante, este fenómeno
trae también consecuencias que son necesarias de mitigar, la desigualdad
económica en lugar de reducirse ha demostrado, según cifras, que se mantiene e
incluso se intensifica.
El investigador
Óscar Sánchez recoge el estudio de Oxfam Internacional, cuyos resultados nos
hablan de una economía del 1 %. “Desde el inicio del presente siglo, la mitad
más pobre de la población mundial solo ha recibido el 1% del incremento total
de la riqueza mundial, mientras que el 50% de esa ‘nueva riqueza’ ha ido a
parar a los bolsillos del 1% más rico. La globalización económica es un proceso
que tiene aspectos muy positivos y otros terriblemente negativos" –señala
el autor.
En ese sentido,
el titular de la página web apuntada al inicio del presente artículo solo
comprueba lo que Sánchez afirma: vivimos en un sistema que contribuye a generar
una nueva riqueza la cual no es redistribuida de forma efectiva con la
población.
Las empresas offshore son aquellas que son
constituidas con capital extranjero en un país donde dicho capital no fue
constituido. Según el portal web en mención, 31 familias de Perú concentran US$
12,296 millones. Perú, un país con un total de aproximadamente 33 millones de
habitantes, este dato es de consideración pues una minoría, exclusiva, es capaz
de tener tanto dinero que lo asegura enviando ese capital fuera del país. De
este modo se afecta al país en dos medidas: las inversiones son tímidas en Perú
si los comparamos al ingreso económico producido y por otro lado, aquel capital
se va principalmente a otros países considerados países fiscales, pues otorgan
exoneraciones tributarias y de declaración que benefician a aquellos que no
desean participar en evitar el lavado de activos.
Perú es un país
cuyo crecimiento económico se encuentra en claro proceso de desaceleración. Los
economistas más optimistas proyectan un crecimiento del PBI apenas por encima
del 2 %, mientras otros, no tan positivos, afirman que la crisis se avecina
próximamente. Las tasas de desempleo, de caída de la inversión y de aumento de
precios tan solo evidencian lo susceptible de una economía que, apenas cuatro
años atrás, se denominaba “el milagro peruano”.
El crecimiento
económico del cual Perú fue participante en los años 2006 – 2014 solo fue eso,
crecimiento que no logró convertirse en un desarrollo de país. Periodistas como
César Hildebrandt afirman que: “Pudimos tener un país y nos contentamos con un
mall” es clara demostración que aquellos años de prosperidad solo nos entregaron
aumentos de sueldos que no cambiaron sosteniblemente las condiciones de vida de
los trabajadores.
La pregunta
salta por sí sola, ¿entonces a quién benefició la apertura económica del país?
El estudio del portal web recoge el análisis de Joaquín Valle quien señala que:
"Cuanto mayor es la riqueza, más tienen las familias en offshore. Los segmentos más altos pueden
llegar a tener cerca del 70% de la riqueza offshore y 30% en el país". De
esta manera, podemos afirmar que el crecimiento económico solo significó un
aumento en las riquezas de un puñado de familias cuyos beneficios han sabido
salvaguardar fuera del país, para no exponerlos a momentos como ahora donde la
bulla política, los escándalos de corrupción y la ausencia de inversiones
privadas tan solo auguran un panorama
gris.
La Economía del
1 % parece cumplirse también en Perú. Un país que hace pocos años atrás era
demostración de superación económica es hoy uno de los más vulnerables de la
región donde, es obvio, los sectores más pobres son los principalmente
afectados.
En una sociedad como la nuestra (peruana) los ingresos no es igual para todas las familias y es asi como se genera una brecha economica entre una familia con un estatus social alto y uno en estado dr pobreza
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